miércoles, 28 de noviembre de 2012

ANTIGUO HOSPITAL-ASILO DE LUARCA

                 ANTIGUO HOSPITAL-ASILO DE LUARCA

                               (Por Vicente Pérez Suárez)
    Dado que se habla, con esto de la crisis, del peligro que corre el Estado de bienestar que estamos disfrutando –de momento- quiero, con este artículo, retroceder a los años cuarenta para darnos una idea, o hacer una comparación, en lo que se refiere a Sanidad, de aquellos tiempos a los de ahora, cuando los que somos del occidente de Asturias nos intervenían quirúrgicamente en el Hospital-Asilo de Luarca. Pienso que habrá muchos que recuerdan esta fundación, situada en Villar de Luarca y que tanto bien hizo a esta comarca de occidente y no tener que desplazarse a Oviedo. Estaba atendido por el gran médico de cirugía general, D. Jesús Landeira, que operaba de todo, (su busto se puede ver en los jardines, frente al hospital) creo que auxiliado o compartido con otros 2 médicos, los Herrero de Luarca. Algo parecido al sanatorio Moreda de Ribadeo, de feliz recuerdo, atendido por su fundador D. Justo Moreda, médico, también de cirugía general, aunque este era particular y sólo sanatorio, muy bien situado, también, para el occidente de Asturias.

      En este artículo quiero referirme al Hospital-Asilo de Luarca, situado arriba de la villa, -en la hermosa zona llamada Villar- por ser de Asturias y quizá el más conocido de la comarca. La idea de esta institución benéfica, inaugurada en 1897, con varios pabellones añadidos posteriormente, salió de la reunión celebrada el 25 de setiembre de 1895 en el ayuntamiento de Luarca, por una serie de señores, entre ellos: Raimundo Camino –párroco de Sta. Eulalia-, Ramón Asenjo, Antonio Suárez Coronas, Francisco Fdz. y Cesar Álvarez Cascos, decidiendo, ante los muchos desvalidos del concejo, crear un centro donde podían asilarse las personas sin recursos, cuando ya no pudieran trabajar. En el acta de su constitución se destaca su carácter privado, se forma una Junta Directiva y se establece que podrán formar parte de la asociación todas las personas que lo deseen sin distinción de sexos, si bien las mujeres tenían un protector en la Junta. El proyecto es, por tanto, de carácter privado y se va manteniendo con suscripciones particulares, entre las que hay algunos indianos. El vecindario también colabora con pequeños donativos según sus posibilidades. El 22 de marzo de 1897 se recaudan 81.767 ptas., luego se compra el terreno para su construcción en Villar y se piden los planos. Finalmente, se decide colocar la primera piedra el 8 de diciembre, día de La Inmaculada, a quien se dedica la capilla, y se inaugura oficialmente el 29 de agosto de 1897. Se compran camas, ropas, muebles y todo lo necesario. Un grupo de señoras se encargó, por caridad, de la atención de los primeros enfermos, junto con tres médicos, un capellán, un boticario y las Hermanas de Caridad de S. Vicente de Paul. Había muchos pobres que pagaban un real o dos al mes, sin esperar ningún beneficio, pues se trataba de un hospital de caridad, sólo para pobres de solemnidad, los que podían tenían que pagar las costas correspondientes, lo mismo que los asilados. Los aldeanos daban patatas, huevos, cebollas, etc. más lo que se obtenía de la huerta. El hospital fue continuando su andadura, añadiéndose nuevos pabellones y servicios. El conjunto fue construido por el arquitecto Nemesio Cobreros de promoción indiana de emigrantes, estilo secesión-racionalista (tendencia que propugna la máxima adaptación de un edificio a la función a que está destinado). Toda la fundación se debe a varios autores: conjunto hospitalario formado por varias edificaciones, realizadas durante bastante tiempo, situado en Villar de Luarca, junto al área residencial. Presenta planta en forma de V, situándose las edificaciones en los bordes, destinando el espacio intermedio a jardines y huerta, zona de ocio y paseo para los ancianos. La 1ª edificación realizada fue el Hospital-Asilo de Caridad, en el año 1895-97, construcción simétrica con cuerpo central y dos alas laterales. La 2ª se dedica para pabellón de infecciosos, datada del año 1918, construida por iniciativa de Ramón Asenjo, situada en ángulo con la 1ª edificación. En 1922 se construye la casa del capellán del asilo, situada en la entrada oeste al lado del pabellón Tulio, costeado por Manuel García Fdz. En 1924 se le añade el pabellón Tulio, del arquitecto Julio Galán Carbajal, subvencionado por los pachorros (familiares de emigrantes a la Argentina, participantes en la guerra de la Independencia y que tienen una plaza en Luarca “Plaza de los Pachorros”), y costeado por uno de ellos: Manuel García Fdz. y su esposa, dedicado a enfermos pulmonares, en memoria del hijo, fallecido de esta enfermedad. En el año 1930, Ramón García Fdz. financia la construcción del pabellón de cirugía, según planos de Julio Galán y se emplaza conformando la disposición en V de todo el conjunto. Entre los años 1930-31 se realizan construcciones destinadas a laboratorios, centro de higiene y casa del conserje. En 1971 se levantó el edificio para ambulatorio, con apoyo de la aportación testada de Mª Luisa Coat, viuda de Francisco Gerstrug, comunicado con el pabellón Tulio. En 1987 se realiza un nuevo edificio, destinado a habitaciones, en la parte posterior del primitivo asilo, alineado con el ambulatorio, quedando, entre ambos edificios, un espacio libre -aunque el conjunto, como decíamos, ya disponía de capilla, dedicada a la Inmaculada-, en el que, en 1998, se ubica la nueva capilla, diseñada por F. Gordillo. Antiguamente estaba atendido por las monjas de Caridad de San Vicente de Paul, cuyo largo uniforme blanco, llevaba una toca o cofia, especie de sombrero de tela blanca muy ceñida a la cabeza, cuyas anchas alas almidonadas sobresalían a cada lado del rostro, unos 25 ctms., teniendo, casi, que entrar de lado por alguna puerta. Este uniforme, con su rara toca, era algo que llamaba la atención. El lugar es encantador: con la edificación en forma de V en la que en un ala se pueden ver el asilo, la capilla, cocinas, comedores y aposentos de los asilados, así como de las monjas que atienden a los residentes y enfermos hospitalizados. La otra ala consta del hospital, consultorios y varias estancias más, como el quirófano y otras. En el exterior se podía contemplar una huerta en la que se cultivaban hortalizas de toda clase para el sustento de los internados, quienes, los que podían, trabajaban en él con todo gusto y esmero. Por el frente de la edificación, se cuidaban diversas plantas florales, formando hermosos jardines, cuyas flores aromatizaban y embellecían el ambiente y entorno del recinto. Por los años cuarenta yo, personalmente, conocí las 3 monjas –pienso que no había más- : Sor Julia, que era la adjunta al médico Landeira, estaba presente en todas las intervenciones y ella misma decía que de tantas operaciones que presenciara, no tendría inconveniente operar si tuviera facultada; era una monja todo atención y desvelo para con los enfermos, siempre sonriente y moviéndose con un dinamismo y seguridad que daban mucha confianza. Otra de las religiosas era Sor María, quien, con la misma atención y esmero, atendía a los enfermos en todas sus necesidades. La otra, Sor Florencia, una mujer muy alta y delgada, de carácter un tanto brusco, pero sólo con aquellos pacientes un poco “rebeldes” o insumisos para los medicamentos y otras atenciones; era, también la que rezaba el rosario todos los días al atardecer, desde el centro de las salas de habitaciones, pues tenía una voz especial para ello. (Creo que había otra que se llamaba Sor Blanca, pero no estoy seguro). Como allí se operaba de todo, los cuidados y atenciones eran también muy diversos y complicados, pero siempre con mucha pulcritud, higiene y seguridad. No había nadie que no simpatizara con estas monjas que lo daban todo por el bien y la salud de los residentes. En aquellos tiempos, las intervenciones se hacían anestesiando con cloroformo; las operaciones llevaban su tiempo; el posoperatorio era también bastante largo y doloroso, se pasaba una sed tremenda hasta expulsar el cloroformo: baste decir que una apendicitis o una hernia el enfermo estaba hospitalizado más de 15 días, si las cosas iban bien. La monja de guardia recorría las habitaciones durante toda la noche para ver a los enfermos, darles algún calmante o medicamento y, también una taza de leche a media noche. En el exterior se veían numerosos ancianos y ancianas paseando en torno a los jardines, contemplando la huerta, tomando el sol o la sombra en los bancos diseminados por las aceras. Algunos, que no debían estar muy bien mentalmente, caminaban como ausentes, hablando solos y un tanto desaliñados. Había también enfermos convalecientes que disfrutaban del lugar y rezaban en la capilla. Durante los días de buen tiempo se notaba mucha actividad por el recinto, tanto de paseantes como personal asistente y trabajando en la huerta. Todo fue continuando así durante muchos años. Luego vino la Seguridad Social y el conjunto dejó de prestar servicios sanitarios durante un tiempo, sólo funcionaba el ambulatorio. Pero, por los años 1980, se vuelve a instalar un quirófano, donde se operaba de apendicitis, hernias y otras intervenciones poco arriesgadas, así como un paritorio, quirófano que funcionó durante algún tiempo, atendido por un cirujano, creo que dos médicos y varias enfermeras y auxiliares que lo hacían muy bien. Luego empiezan las dificultades debidas al cambio sanitario de la S. S., nuevas técnicas costosas, más gastos laborales, mayores exigencias de los pacientes y contribuyentes, por lo que se cierra el quirófano y el paritorio. El ambulatorio actual se alquiló, la planta baja, a la Administración, se conciertan las plazas hospitalarias con la Seguridad Social, se enajenan al ayuntamiento de Valdés y al Principado una parcela de terreno donde está situado el pabellón Tulio y otro donde se sitúa el Centro de Salud Mental. Después de unos años de vaivenes con el Insalud, el área hospitalaria se cierra, manteniéndose sólo el asilo, que es lo que sigue funcionando. A lo largo de los años, las diferentes edificaciones se modifican y se llevan a efecto numerosos añadidos.




      Hasta aquí la recopilación que he logrado de este Hospital-Asilo de Luarca que, puede decirse, fue ejemplo de atención, tanto sanitaria como de morada de ancianos y personas desvalidas y muchas sin familiares, haciendo de estos y sus atenciones, sus cuidadores y personal sanitario, tanto para aquellos que tenían posibilidades como para los que carecían de medios económicos. Allí continúa todo el conjunto, con sus edificaciones, jardines y huerta, aunque ya no se ven las monjitas con sus tocas de anchas alas almidonadas. Aquí dejamos el testimonio benéfico de esta obra ideada y sufragada por muchas personas de la vecindad del concejo de Valdés y, como siempre, por indianos que continuamente estaban al tanto de estas fundaciones de Caridad, al objeto de prestar su colaboración económica. Son muchos los testimonios de agradecimiento de personas que pasaron por él, bien para ser intervenidas de una enfermedad o asiladas. Actualmente cuenta con unos 500 asociados y asociadas, atiende a una media de 115 personas mayores y tiene una plantilla de 60 trabajadores.

ANTIGUO HOSPITAL-ASILO DE LUARCA

                 ANTIGUO HOSPITAL-ASILO DE LUARCA
                              (Por Vicente Pérez Suárez)

    Dado que se habla, con esto de la crisis, del peligro que corre el Estado de bienestar que estamos disfrutando –de momento- quiero, con este artículo, retroceder a los años cuarenta para darnos una idea, o hacer una comparación, en lo que se refiere a Sanidad, de aquellos tiempos a los de ahora, cuando los que somos del occidente de Asturias nos intervenían quirúrgicamente en el Hospital-Asilo de Luarca. Pienso que habrá muchos que recuerdan esta fundación, situada en Villar de Luarca y que tanto bien hizo a esta comarca de occidente y no tener que desplazarse a Oviedo. Estaba atendido por el gran médico de cirugía general, D. Jesús Landeira, que operaba de todo, (su busto se puede ver en los jardines, frente al hospital) creo que auxiliado o compartido con otros 2 médicos, los Herrero de Luarca. Algo parecido al sanatorio Moreda de Ribadeo, de feliz recuerdo, atendido por su fundador D. Justo Moreda, médico, también de cirugía general, aunque este era particular y sólo sanatorio, muy bien situado, también, para el occidente de Asturias. En este artículo quiero referirme al Hospital-Asilo de Luarca, situado arriba de la villa, -en la hermosa zona llamada Villar- por ser de Asturias y quizá el más conocido de la comarca. La idea de esta institución benéfica, inaugurada en 1897, con varios pabellones añadidos posteriormente, salió de la reunión celebrada el 25 de setiembre de 1895 en el ayuntamiento de Luarca, por una serie de señores, entre ellos: Raimundo Camino –párroco de Sta. Eulalia-, Ramón Asenjo, Antonio Suárez Coronas, Francisco Fdz. y Cesar Álvarez Cascos, decidiendo, ante los muchos desvalidos del concejo, crear un centro donde podían asilarse las personas sin recursos, cuando ya no pudieran trabajar. En el acta de su constitución se destaca su carácter privado, se forma una Junta Directiva y se establece que podrán formar parte de la asociación todas las personas que lo deseen sin distinción de sexos, si bien las mujeres tenían un protector en la Junta. El proyecto es, por tanto, de carácter privado y se va manteniendo con suscripciones particulares, entre las que hay algunos indianos. El vecindario también colabora con pequeños donativos según sus posibilidades. El 22 de marzo de 1897 se recaudan 81.767 ptas., luego se compra el terreno para su construcción en Villar y se piden los planos. Finalmente, se decide colocar la primera piedra el 8 de diciembre, día de La Inmaculada, a quien se dedica la capilla, y se inaugura oficialmente el 29 de agosto de 1897. Se compran camas, ropas, muebles y todo lo necesario. Un grupo de señoras se encargó, por caridad, de la atención de los primeros enfermos, junto con tres médicos, un capellán, un boticario y las Hermanas de Caridad de S. Vicente de Paul. Había muchos pobres que pagaban un real o dos al mes, sin esperar ningún beneficio, pues se trataba de un hospital de caridad, sólo para pobres de solemnidad, los que podían tenían que pagar las costas correspondientes, lo mismo que los asilados. Los aldeanos daban patatas, huevos, cebollas, etc. más lo que se obtenía de la huerta. El hospital fue continuando su andadura, añadiéndose nuevos pabellones y servicios. El conjunto fue construido por el arquitecto Nemesio Cobreros de promoción indiana de emigrantes, estilo secesión-racionalista (tendencia que propugna la máxima adaptación de un edificio a la función a que está destinado). Toda la fundación se debe a varios autores: conjunto hospitalario formado por varias edificaciones, realizadas durante bastante tiempo, situado en Villar de Luarca, junto al área residencial. Presenta planta en forma de V, situándose las edificaciones en los bordes, destinando el espacio intermedio a jardines y huerta, zona de ocio y paseo para los ancianos. La 1ª edificación realizada fue el Hospital-Asilo de Caridad, en el año 1895-97, construcción simétrica con cuerpo central y dos alas laterales. La 2ª se dedica para pabellón de infecciosos, datada del año 1918, construida por iniciativa de Ramón Asenjo, situada en ángulo con la 1ª edificación. En 1922 se construye la casa del capellán del asilo, situada en la entrada oeste al lado del pabellón Tulio, costeado por Manuel García Fdz. En 1924 se le añade el pabellón Tulio, del arquitecto Julio Galán Carbajal, subvencionado por los pachorros (familiares de emigrantes a la Argentina, participantes en la guerra de la Independencia y que tienen una plaza en Luarca “Plaza de los Pachorros”), y costeado por uno de ellos: Manuel García Fdz. y su esposa, dedicado a enfermos pulmonares, en memoria del hijo, fallecido de esta enfermedad. En el año 1930, Ramón García Fdz. financia la construcción del pabellón de cirugía, según planos de Julio Galán y se emplaza conformando la disposición en V de todo el conjunto. Entre los años 1930-31 se realizan construcciones destinadas a laboratorios, centro de higiene y casa del conserje. En 1971 se levantó el edificio para ambulatorio, con apoyo de la aportación testada de Mª Luisa Coat, viuda de Francisco Gerstrug, comunicado con el pabellón Tulio. En 1987 se realiza un nuevo edificio, destinado a habitaciones, en la parte posterior del primitivo asilo, alineado con el ambulatorio, quedando, entre ambos edificios, un espacio libre -aunque el conjunto, como decíamos, ya disponía de capilla, dedicada a la Inmaculada-, en el que, en 1998, se ubica la nueva capilla, diseñada por F. Gordillo.  
     Antiguamente estaba atendido por las monjas de Caridad de San Vicente de Paul, cuyo largo uniforme blanco, llevaba una toca o cofia, especie de sombrero de tela blanca muy ceñida a la cabeza, cuyas anchas alas almidonadas sobresalían a cada lado del rostro, unos 25 ctms., teniendo, casi, que entrar de lado por alguna puerta. Este uniforme, con su rara toca, era algo que llamaba la atención. El lugar es encantador: con la edificación en forma de V en la que en un ala se pueden ver el asilo, la capilla, cocinas, comedores y aposentos de los asilados, así como de las monjas que atienden a los residentes y enfermos hospitalizados. La otra ala consta del hospital, consultorios y varias estancias más, como el quirófano y otras. En el exterior se podía contemplar una huerta en la que se cultivaban hortalizas de toda clase para el sustento de los internados, quienes, los que podían, trabajaban en él con todo gusto y esmero. Por el frente de la edificación, se cuidaban diversas plantas florales, formando hermosos jardines, cuyas flores aromatizaban y embellecían el ambiente y entorno del recinto. Por los años cuarenta yo, personalmente, conocí las 3 monjas –pienso que no había más- : Sor Julia, que era la adjunta al médico Landeira, estaba presente en todas las intervenciones y ella misma decía que de tantas operaciones que presenciara, no tendría inconveniente operar si tuviera facultada; era una monja todo atención y desvelo para con los enfermos, siempre sonriente y moviéndose con un dinamismo y seguridad que daban mucha confianza. Otra de las religiosas era Sor María, quien, con la misma atención y esmero, atendía a los enfermos en todas sus necesidades. La otra, Sor Florencia, una mujer muy alta y delgada, de carácter un tanto brusco, pero sólo con aquellos pacientes un poco “rebeldes” o insumisos para los medicamentos y otras atenciones; era, también la que rezaba el rosario todos los días al atardecer, desde el centro de las salas de habitaciones, pues tenía una voz especial para ello. (Creo que había otra que se llamaba Sor Blanca, pero no estoy seguro). Como allí se operaba de todo, los cuidados y atenciones eran también muy diversos y complicados, pero siempre con mucha pulcritud, higiene y seguridad. No había nadie que no simpatizara con estas monjas que lo daban todo por el bien y la salud de los residentes. En aquellos tiempos, las intervenciones se hacían anestesiando con cloroformo; las operaciones llevaban su tiempo; el posoperatorio era también bastante largo y doloroso, se pasaba una sed tremenda hasta expulsar el cloroformo: baste decir que una apendicitis o una hernia el enfermo estaba hospitalizado más de 15 días, si las cosas iban bien. La monja de guardia recorría las habitaciones durante toda la noche para ver a los enfermos, darles algún calmante o medicamento y, también una taza de leche a media noche. En el exterior se veían numerosos ancianos y ancianas paseando en torno a los jardines, contemplando la huerta, tomando el sol o la sombra en los bancos diseminados por las aceras. Algunos, que no debían estar muy bien mentalmente, caminaban como ausentes, hablando solos y un tanto desaliñados. Había también enfermos convalecientes que disfrutaban del lugar y rezaban en la capilla. Durante los días de buen tiempo se notaba mucha actividad por el recinto, tanto de paseantes como personal asistente y trabajando en la huerta. Todo fue continuando así durante muchos años. Luego vino la Seguridad Social y el conjunto dejó de prestar servicios sanitarios durante un tiempo, sólo funcionaba el ambulatorio. Pero, por los años 1980, se vuelve a instalar un quirófano, donde se operaba de apendicitis, hernias y otras intervenciones poco arriesgadas, así como un paritorio, quirófano que funcionó durante algún tiempo, atendido por un cirujano, creo que dos médicos y varias enfermeras y auxiliares que lo hacían muy bien. Luego empiezan las dificultades debidas al cambio sanitario de la S. S., nuevas técnicas costosas, más gastos laborales, mayores exigencias de los pacientes y contribuyentes, por lo que se cierra el quirófano y el paritorio. El ambulatorio actual se alquiló, la planta baja, a la Administración, se conciertan las plazas hospitalarias con la Seguridad Social, se enajenan al ayuntamiento de Valdés y al Principado una parcela de terreno donde está situado el pabellón Tulio y otro donde se sitúa el Centro de Salud Mental. Después de unos años de vaivenes con el Insalud, el área hospitalaria se cierra, manteniéndose sólo el asilo, que es lo que sigue funcionando. A lo largo de los años, las diferentes edificaciones se modifican y se llevan a efecto numerosos añadidos.

     Hasta aquí la recopilación que he logrado de este Hospital-Asilo de Luarca que, puede decirse, fue ejemplo de atención, tanto sanitaria como de morada de ancianos y personas desvalidas y muchas sin familiares, haciendo de estos y sus atenciones, sus cuidadores y personal sanitario, tanto para aquellos que tenían posibilidades como para los que carecían de medios económicos. Allí continúa todo el conjunto, con sus edificaciones, jardines y huerta, aunque ya no se ven las monjitas con sus tocas de anchas alas almidonadas.




     Aquí dejamos el testimonio benéfico de esta obra ideada y sufragada por muchas personas de la vecindad del concejo de Valdés y, como siempre, por indianos que continuamente estaban al tanto de estas fundaciones de Caridad, al objeto de prestar su colaboración económica. Son muchos los testimonios de agradecimiento de personas que pasaron por él, bien para ser intervenidas de una enfermedad o asiladas. Actualmente cuenta con unos 500 asociados y asociadas, atiende a una media de 115 personas mayores y tiene una plantilla de 60 trabajadores. . .

miércoles, 20 de junio de 2012

LA FIESTA DE SAN ANTONIO EN REVELLÓN DE MIUDES


                                     LA FIESTA DE SAN ANTONIO
                                       EN REVELLÓN DE MIUDES
                                               (Por Vicente Pérez Suárez) 

      Con el paso de los años todo cambia, incluso las fiestas que tuvieron una motivación más o menos histórica que se pierde en el proceso de los tiempos. Tal es, como ejemplo, la de Santa Eulalia de Mérida, en Revellón, que se celebraba el día 10 de diciembre y era patrona de este histórico pueblo, como ya se ha dicho en otra ocasión, pues su pequeña capilla, también suplantada por la nueva actual, nada semejante, era el único vestigio de un importante convento o monasterio de templarios del siglo X. Esta festividad se venía celebrando sin interrupción, entre grandes ventoleras, frío, agua; paraguas y gabardina, clima propio del mes de diciembre, bailando la gente, incluso en madreñas, y otros apiñándose en torno al calor de los asadores de castañas. Dicen que la fiesta dejó de hacerse por este motivo climatológico, pero lo cierto es que fueron desapareciendo también otras muchas que se celebraban en pleno verano; concretamente en Miudes, había unas cinco y se quedó en la del Carmen en Miudeira, eso sí, con tres días de fiesta y mucha atracción, la que también desapareció en el año 2009, quedando sólo en Miudes las de S. Antonio y Santiago en Villar. Todo este recuerdo de la festividad de Santa Eulalia viene a cuento de que actualmente se haga en el mismo pueblo de Revellón la fiesta de San Antonio de Padua, y se dejara en el olvido la patronal de Santa Eulalia, que, al fin y al cabo, supongo que la Santa no pondría ningún reparo en que se le cambiara la fecha por otra más veraniega; pero se optó, sin recordar para nada la santa de Mérida, por suplantarla por S. Antonio, que también, el pobre, se había quedado sin fiesta, que era todos los años el día 13 de junio, fecha del calendario, como tenían lugar todas las que se celebraban en Miudes, y la única sin mayordomo, pues era pedida por la parroquia, por aquella creencia de que S. Antonio tenía mucho poder contra las enfermedades del ganado, creencia errónea, ya que el patrón de los animales es S. Antón, otro santo que nada tiene que ver con S. Antonio. La verdad es que cuando se habló de hacer esta fiesta, -digo- tampoco nadie se acordó de Santa Eulalia, decidiéndose, sin más, hacerla al santo de Padua.

      Una vez dicho, a manera de introducción, lo que antecede, vamos a tratar de explicar la motivación de esta festividad, pues es bien sabido que todas las fiestas tienen un motivo y esta de San Antonio en Revellón no podía ser una excepción ni una casualidad. No, San Antonio, al menos que sepamos, no se apareció ni se sabe que hiciera algún milagro en este pueblo lleno de historia y capital, junto con Miudes, de la parroquia; pero todo surgió hace 18 años, en 1984, fecha que los mayores recordarán, otros lo habrán olvidado y los más jóvenes lo ignoran. Por todo ello vamos a dejar constancia para la historia, en este artículo, de la motivación de esta festividad de San Antonio de Padua en Revellón, aunque la función religiosa tenga lugar en la iglesia parroquial de Miudes.

      Como decíamos, la primera fiesta se celebró el 16 de junio de 1984 y fue motivada por la inauguración del polideportivo situado detrás de las antiguas escuelas. Este polideportivo fue iniciado durante la primera legislatura democrática (1979) y fue terminado en la segunda legislatura (1983), siendo concejales D. Severiano Martínez (Severo) de Godella, en la 1ª, y D. Manuel García Suárez (Epifanio), vecino de Las Quintas de Miudes, en la 2ª legislatura, surgiendo la idea de hacer con una fiesta en honor de S. Antonio, la inauguración de dicho polideportivo y el Centro Cultural, a condición de que se continuara haciendo todos los años. Para ello se nombró una Comisión, en la que estaba incluido el que esto escribe, comisión que acordó los actos y las acciones a llevar a efecto para lograr una brillante inauguración: se hizo una rifa de una ternera para recaudar fondos, colaboró toda la parroquia y se convenció al párroco, D. Avelino Fernández Díaz (q. e. p. d.) para que oficiara la misa solemne de campaña en el propio polideportivo, cosa que hizo con todo gusto, y con la presencia de la imagen del santo traída expresamente de la iglesia. En el campo se construyó un bello y florido altar, se instalaron micrófonos y se celebró una hermosa función religiosa, ante numeroso público, cantada por los coros y danzas “EL HÓRREO DE BARCIA” y presidida por el alcalde D. Agustín Da Costa García; a continuación tuvo lugar la procesión con el Santo de Padua hasta la capilla de la olvidada Santa Eulalia, con la que se quedó aquel día. Durante la víspera y toda la jornada de la fiesta, ondearon en los antiguos colegios las banderas de España y Asturias, una tradición muy antigua cuando había algún acontecimiento nacional. (En este caso, la fiesta no era nacional, pero era un gran día del pueblo, debiendo seguirse la costumbre de airear y quitarles la polilla a las banderas, que están allí para eso, siempre que haya algún acontecimiento especial, ya que con ello se le da un símbolo de solemnidad y significado a la festividad).

      Terminado el acto religioso hubo actuaciones del mismo coro que había cantado la misa, “El Hórreo de Barcia”, y se obsequió a todos los asistentes con abundantes y variadas raciones de pinchos y buen vino tinto para animar la fiesta. Por la tarde actuó la Tuna Universitaria de Oviedo, hubo juego de bolos y un partido de fútbol-sala entre los equipos “Peña Chus Herrera”, de Primera División, y una Selección de Occidente; entregándose trofeos a los ganadores y demás participantes. Por la noche se desarrolló la animada y concurrida fiesta amenizada por una renombrada orquesta, cuyas notas melódicas resonaron durante la tranquila noche, hasta casi la alborada, perdiéndose desperdigadas por entre el ramaje del cercano extenso pinar que sube hasta la montaña de levante, montaña que retrasa la aparición matutina del sol, que caldeará el pueblo durante el día hasta esconderse, plateando el mar, en el lejano horizonte de poniente, para volver a la madrugada, otra vez en la cumbre, por entre los pinos. Una noche de fiesta, en la que la luna sonrió maliciosa en el limpio cenit celeste, como en una noche del cercano verano.

      Tal fue la inauguración de este polideportivo y Centro Cultural y el origen de esta fiesta de S. Antonio en Revellón, que siguió celebrándose; aunque no con la misma solemnidad, ni todos los años. Había sido una jornada completa de actos, de gustosos aperitivos, diversión y música, que dejamos, en este escrito, plasmada para la historia del pueblo.

      Ya que estamos en estos “santos lugares” de las escuelas, no puedo dejar de reseñar la historia que tienen estos colegios para el pueblo de Revellón y toda la parroquia, sobre todo para los mayores que tuvieron la suerte de asistir a la escuela y aprender lo que saben. Claro que para unos los recuerdos pueden ser amargos, para otros indiferentes y para los más, una hermosa y bella remembranza de niños con interés en aprender y saber; puesto que no tendrían otra escuela, y sé que recuerdan aquellos sacrificados maestros mal pagados, empeñados en enseñar aun a costa, muchas veces, de algunas gotas de sangre y lágrimas de los niños; pero así era entonces –ahora los que sangran y lloran son los maestros- y el que aprendió sabe y el que no, lloró y sangró también, pero no sabe. Antes se decía que las letras con sangre entran –sangre de los niños, claro- hoy también van entrando, pero, algunas veces, con sangre de los maestros.

      Hay otro punto que conviene tener en cuenta: aquellos edificios hoy sólo son una memoria del pasado que cada vez se aleja más, va desapareciendo, porque desaparecen los que pasaron por ellos; por otra parte, carecen totalmente de estilo arquitectónico, ya que son edificios vulgares sin ninguna estética importante, que sólo tienen, digo, si se quiere, una memoria ya muy lejana; por lo que es una pena que el solar que ocupan no esté destinado para unas viviendas sociales, como estuvieron programadas y prácticamente aprobadas con un edificio semejante al actual, con el fin de conservar su estética original, destinando un local para servicio cultural y social de la parroquia. Esta es la opinión de la gran mayoría de los vecinos, y pienso que también sería el gran deseo, si viviera, del Padre Montaña, donante de los referidos colegios por los años 1916-18, quien vería muy bien convertidos en algo más útil en aquella hermosa zona, que fue muy importante para escuelas en su época; pero, como todo cambia, hoy sería mejor proceder a la construcción de viviendas, tan necesarias en el concejo. Es algo en que deben pensar los que rigen el municipio, toda vez que ya estuvieron a punto de construirse; pero, creo que, por desinformación y razones un tanto sentimentales, ya desfasadas por el tiempo, alguien dio marcha atrás en este proyecto casi ultimado, por lo que debiera ser nuevamente estudiado.

      Volviendo al tema de la fiesta, de todos es sabido que estas fiestas tienen un carácter popular-religioso desde tiempos inmemoriales, tanto que siempre estuvo unido lo religioso con lo profano; aunque esta palabra “profano” es empleada de un modo alegórico, ya que no se profana nada, puesto que profanar quiere decir tratar lo sagrado sin el debido respeto, deshonrarlo, hacer uso indebido de ello; cosa que no viene al caso en estas fiestas separar lo, mal llamado, “profano” con la función religiosa. Por todo esto, pienso que debemos dedicar unas líneas al santo, en este caso S. Antonio, con el fin de conocerlo un poco, y que se le hace una fiesta, no para profanarlo, sino para honrarlo, como deben ser todas estas antiquísimas fiestas popular-religiosas que tantas se celebran por todos los pueblos. No sería completo, pues, para la Historia este artículo si no le dedicáramos un recuerdo a la vida del santo que protagoniza esta festividad, festividad que se celebra en casi todas las parroquias, ya que no se sube a nadie a los altares sin que para ello haya causas muy importantes para su canonización y veneración: el franciscano Antonio de Padua nació en Lisboa en 1195, y siendo muy joven tomó el hábito de Canónigo Regular de S. Agustín. Al llegar a Portugal las reliquias de los Protomártires Franciscanos, Antonio tomó la decisión de imitarlos y pasó a la Orden Seráfica, motivo por el cual se marchó a Padua (Italia). Fue orador sagrado, fundador de hermandades y cofradías, teólogo y hombre de gobierno. Enseñó teología en varias localidades de Francia e Italia. Escribió obras de mística y ascética y sermones publicados póstumamente. Fue llamado Arca del Testamento. Murió en Padua, de ahí el sobrenombre de Antonio de Padua, en 1231, a la edad de 35 años, y beatificado muy pronto, cosa sorprendente, al año de su muerte; y, en 1.946, declarado doctor de la Iglesia. Padua (Padoya) es una capital de Italia en el Veneto, tiene 242.000 habitantes y universidad fundada en 1222. Allí se encuentra la basílica de S. Antonio con cúpulas del siglo XIII y también, muy cerca, la escuela de S. Antonio, con frescos de la vida del santo, obras especialmente de Ticiano, año 1511. Algunos confunden que Antonio nació en Italia, por lo de Padua, pero eso no se les puede decir a los portugueses, quienes se enorgullecen de que este santo sea su compatriota, como así es, en efecto.

      Recordemos las antiguas escuelas en este noble pueblo y sus gentes, nuestra vida de niños felices por aquel entorno; recordemos la inauguración de este polideportivo y la romería conmemorativa, como algo nuestro e inolvidable.

sábado, 16 de junio de 2012

HISTORIA EN LA MEMORIA DEL PRIMER PLENO DICTATORIAL EN EL AYUNTAMIENTO DE EL FRANCO-AÑO 1936

              HISTORIA EN LA MEMORIA DEL PRIMER PLENO DICTATORIAL
                        EN EL AYUNTAMIENTO DE EL FRANCO-AÑO 1936
                                             (Por  Vicente  Pérez  Suárez)

     A petición y preguntas de muchas personas del concejo, vamos a tratar de dar a conocer  cómo fue la conversión del Ayuntamiento republicano que había en El Franco y en toda España -claro- en un Ayuntamiento nacionalista dictatorial al inicio de la guerra civil, ya que en Galicia y en extremo occidental asturiano, no hubo prácticamente guerra.
     Ya a principios del año 36 se venían celebrando en el Ayuntamiento frecuentes plenos, sospechosos de que la situación política republicana tenía problemas. Uno de estos plenos se celebró el día 7 de marzo, en que se personaron ante el alcalde, D. José Gudín  Frdz. (véase su foto) y el secretario, D. Zoilo Ron Magdalena, (ambos elegidos democráticamente) y seis señores del municipio (cuyos nombres omitimos) que no eran concejales, los cuales exhibieron un Oficio del gobernador de Asturias, que literalmente decía: "Gobierno Civil de Oviedo- Negociado de Ayuntamientos.- nº 51.- La actuación de Vd. (refiriédose al Alcalde) y de los demás Sres. Concejales que forman esa Corporación Municipal, en 16 de febrero último, en cuanto afectaba a tales elecciones trajo como consecuencia el que se haya creado en el vecindario un estado de animosidad y una situación de repulsa al Ayuntamiento, que debidamente documentado este Gobierno, le hacen suponer dieran lugar a alteraciones de orden público, de no oponerse a la actual situación del Municipio otra más en armonía con las aspiraciones y con los deseos de la mayoría del vecindario.- Con tal fin, y para evitar posibles y aún probables contingencias que serían de lamentar, he acordado disponer el cese inmediato de Vd. (el Alcalde) y de los demás Sres. Concejales que formaban este Ayuntamiento en el indicado día 16 de febrero último; y en su lugar que se encargue del Ayuntamiento y del desarrollo de la vida Municipal una Comisión Gestora formada por los Sres. siguientes: (a continuación el Oficio cita a nueve señores). Todos los indicados Sres. -sigue el Oficio presentado- tomarán inmediata posesión de sus cargos, como Gestores Municipales, y una vez efectuada, procederán a elegir entre si, los cargos concegiles, procedentes y dispondrán que por el Sr. Secretario de la Corporación se me remita testimonio del acta de la sesión que se celebre a los efectos antes indicados y además una relación de los Sres. gestores en la que habrán de constar sus nombres y apellidos, cargos y filiación política de cada uno de ellos.- Lo que le comunico para su conocimiento y efectos.- Oviedo 6 de marzo de 1936.- El Gobernador firmado, ilegible.- Sr. Alcalde de El Franco."
     En virtud de este Oficio, al alcalde, Sr. Gudín Fdez. no le queda más remedio que dar posesión a los gestores designados, todos ellos de filiación de Izquierda Republicana, por no existir otra representación del Frente Popular. Seguidamente, el Secretario extiende y da fe del acta, que firman todos los gestores, y levanta la sesión. La sesión es más amplia, por omitir nombres, cargos y filiación de los gestores, con el fin de evitar posibles divergencias personales). Al ser nombrada la Junta Gestora, destituye al alcalde, Sr. Gudín Frdz. -aunque ya contaba dimitir, puesto que todo aquello no le parecía democrático- quedando la Junta sin Alcalde, nombrando como primer teniente-alcalde a D. Santiago González García. Se destituye también al Secretario, nombrándose en su lugar a D. José Rodríguez Alonso. En la sesión del 11 de abril, se acuerda declarar festivo, a todos los efectos, el día 14, fecha del 5º aniversario de la proclamación de la gloriosa República Española.

     Pero la situación política nacional se agravaba cada vez más. Después de esos  5 años de complicada República, con un montón de cambios de gabinetes de gobierno, el 7 de abril de 1936 dimite el presidente de la República, Alcalá Zamora, y el 12 de mayo es nombrado D. Manuel Azaña. Unos 2 meses después, los días 17 y 18 de julio, estalla la guerra civil que duraría cerca de 3 años. En Galicia y parte de la zona occidental de Asturias tuvo poca resonancia, si exceptuamos algunas barbaridades vengativas quue se hicieron, por parte de sectores civiles, en El Franco y su entorno; la voladura del puente de hierro sobre la ría de Navia, (véase foto) el 31 de julio, y la entrada el 2 de agosto, en esta misma villa,  de las tropas del comandante Ceano (cuya foto ponemos), causando unas 22 bajas entre los fieles a la república. Debemos reseñar que, como consecuencia de esta guerra, el único contacto que queda con ella, durante algún tiempo en el occidente, es el aeródromo, o, el llamado campo de aviación de Jarrio, adonde tenían que ir hacer guardia obligatoriamente, por los noches, los vecinos disponibles de la zona. Posteriormente, ya terminada la guerra -por los años 40- También hicieron acto de presencia en el concejo de El Franco, concretamente en Porcía y en Castello, dos destacamentos de soldados guarda-costas, soldados que hacían  casi vida vecinal en dichos pueblos, incluso ayudando en las faenas del campo cuando no estaban de servicio, aunque siempre uniformados de militares.
     Una buena muestra de esta situación política en nuestro concejo y en todo el país, es que, unos meses después de formada la anterior Junta Gestora, el 5 de agosto de este trágico año 36, se celebre en el Ayuntamiento sesión extrordinaria, bajo la presidencia del Alcalde Provisional y juez Municipal, D. José Mª García Rodríguez, para formar una nueva Junta Gestora. Nada se sabe qué fue de la Junta anterior. Por su relevancia, copiamos el acta literal:
     "En las Consistoriales de La Caridad (véase la foto de la Casa Consistorial a la derecha del alto edificio) a las 11 horas del día 5 de agosto de mil novecientos treinta y seis, se reunieron bajo la presidencia de D. José María García Rodríguez, juez municipal, como Alcalde provisional, y los Sres. Gestores que al márgen se expresan con el mismo carácter que el anterior, ordenado por D. José Beano Vivas, Comandante Jefe de la Columna que militarmente se hizo cargo de este Concejo el día 1º del corriente, según credencial que obra en poder del Sr. Alcalde  provisional y que copiada literalmente dice así:
     "Don José Beano Vivas, Comandante jefe de la Columna que militarmente se hace cargo de este Concejo, por la presente viene a nombrar Alcalde, con carácter provisional de este Ayuntamiento de El Franco, provincia de Oviedo, a Dn. José María García Rodríguez, el que actualmente desempeña el cargo de juez Municipal, y como Gestores, con el mismo carácter a Dn. Fernando Sánchez del Valle y a Dn Manuel López Fernández. =Mientras otra cosa no disponga el Gobierno provisional de Burgos (el gobierno de la España nacional, conquistada por los militares, estaba instalado en Burgos, mientras el gobierno leal a la República continuaba en Madrid) a quien legalmente lo represente ejercerán los cargos para que quedan nombrados. =Desempeñará el Juzgado Municipal en tanto dure el nombramiento antes indicado, el juez suplente Dn. Camilo Méndez Méndez que lo era suplente en la actualidad. =Dado en La Caridad a primero de agosto de mil novecientos treinta y seis. =José Beano Vivas.  =rubricado. =Hay un sello que dice: Regimiento Infantería Zaragoza nº 12.
     " Acto seguido el Sr. Alcalde dá cuenta a los demás Gestores del acta Notarial levantada para hacer constar el estado en que se hallaban las oficinas muncipales; Juzgado; Archivo y demás dependencias del Ayuntamiento, así como el material desaparecido de dichas dependencias, con el fin de salvar la responsabilidad de la actual gestora, dicha acta dice: Número ciento noventa y seis, a mí; Segismundo Pérez García, Notario de Castropol, me requiere Dn José María García Rodríguez, actual Alcalde de este Ayuntamiento y juez municipal del mismo para hacer constar el estado de las oficnas del Ayuntamiento y Juzgado municipal así como de los papeles, libros, menaje y demás cosas muebles de las mismas.=Constituido con mi requiriente y testigos que se dirá en la oficina de Oficiales del Ayuntamiento; observo que el único armario existente se halla completamente vacío  y los expedientes, libros y demás papeles en completo estado de revolución por el suelo, siendo casi imposible precisar de momento las faltas por el mucho desorden existente y la gran cantidad de papeles que había; también veo una máquina de escribir, marca "Lludersood", que está rota y que manifiesta corresponder a la Secretaría, viendo que falta la de esta Oficina marca "Post". Comunica esta Oficina con la Secretaría por medio de una puerta que está rota le faltan muchos paños o tablas, observando que también se halla abierto y vacío el único armario existente en la misma, hallándose por el suelo y formando un montón informe de libros, expedientes y demás papeles que se contarían en el mismo y manifestando dicho requiriente que falta un microscopio de analizar carnes, el sello de la franquicia, el teléfono y los libros de consulta de la Secretaría. El archivo del Ayuntamiento está en completo desorden, hallándose lo legajos y demás papeles por el suelo.=La Biblioteca Popular Circulante, que según manifiesta constaba de unos ochocientos volúmenes, ha desaparecido en absoluto, con excepción de ocho volúmenes pequeños. Los muebles de las demás dependencias se hallan en completo desorden y rotos en su mayoría.=Constituido en el Juzgado municipal, que está en el mismo edificio, observo que todos los muebles está revueltos y los libros y papeles por el suelo, formando un montón informe, haciendo constar que, según manifestación, de este señor, faltan, ocho estampillas tampón; enfechador; una máquina de escribir; dos tomos de legislación civil y Criminal y otros de Leyes; dos tomos de Justicia Municipal; otro con la Ley y Reglamento de Registro Civil; la Ley del Timbre; varios rollos de juicios de faltas y cinco pliegos de papel de Pagos al Estado.= Tanto en por lo menos, los siguientes objetos: un sello de franquicia del Juzgado; tres idem de los colegios electorales, tanto de las oficinas del Ayuntamiento como del Juzgado se me manifiesta que es imposible precisar lo que falta por hallarse todos los papeles por el suelo, formando un montón muy grande e informe.= También el Sr. Alcalde hace constar que todos los empleados del Ayuntamiento y Juzgado se han presentado a prestar los servicios de su cargo tan pronto como las circunstancias de normalidad lo han permitido, y muy concretamente tan pronto como las tropas de nuestro glorioso Ejército han llegado a esta villa, a excepción del Secretario de la Corporación municipal que ha desaparecido tan pronto hubo noticias de la próxima llegada de dichas tropas, ignorando cual sea su actual paradero.= Tampoco se han presentado ninguno de los Gestores municipales que constituían  la anterior Corporación.= Fueron testigos Dn. Ramón Fernández Gudín y Dn Jesús García Núñez de esta vecindad con domicilio en la villa y en la Braña respectivamente.= Leida por opción de todos esta acta la encuentran conforme y firman conmigo que doy fe a las trece horas del día de hoy.= José M. García.=Ramón Fernández Gudín.= Jesús García.= Signado Segismundo P. García.=  Rubricado.=  Hay un sello que dice: Notaría del Licenciado Segismundo Pérez García. Castropol. Habiéndose desaparecido e ignorándose en la actualidad el paradero de Dn. José Rodríguez Alonso, Secretario en propiedad de este Ayuntamiento, por unanimidad se acuerda nombrar para dicho cargo con carácter provisional y en tanto duren las actuales circunstancias, a Dn. Serafín García García, Oficial primero de la Secretaría con el sueldo que figura en el presupuesto y que pase a desempeñar el cargo de Oficial primero con el mismo carácter que el anterior y el sueldo correspondiente Dn Indalecio García Gayol que viene desempeñando el de Oficial segundo.
     "Igualmente se acuerda extraer la cantidad de mil quinientas pesetas (1.500 ptas.) de la cuenta corriente que el depositario Recaudador de este Ayuntamiento tiene en el Banco Herrero de Navia con el fin de atender los pagos urgentes tales como los haberes de los empleados municipales; alumbrado público etc. correspondientes al mes de julio último y que se hallaban pendientes cuando los Sres. Gestores se hicieron cargo de los puestos para que fueron nombrados.
    "Vista la cuenta que presenta Dn. Segismundo Pérez García, Notario de Castropol, por suplidos y derechos del acta levantada con motivo del estado en que se hallaban las dependencias municipales y Juzgado, se acuerda, por parecer excesiva, quede dicha cuenta sobre la mesa para un detenido estudio.
     "El  Secretario que suscribe da cuenta a los Sres. gestores de que además de lo que se hizo constar en el acta Notarial, falta el material siguiente: El libro-registro de salida de correspondencia del año en curso; el sello de franquicia del Ayuntamiento; dos estampillas tampón; un tintero; tres sacafirmas; tres carpetas-vade; dos mojasellos; dos raspadores; unas tijeras y una máquina de coser papeles: También da cuenta que en el libro de intervención de Pagos, sólo hay anotado hasta el nº 98, correspondiente al mes de mayo, en el libro de intervención de ingresos hasta el núm. 27-26 correspondiente al mes de abril y en el libro de Actas de Arqueo, la última que figura anotada, corresponde al mes de abril.
     "Por unanimidad se acuerda celebrar sesión ordinaria cada quince días.
     "Y no habiendo más asuntos que tratar, con un Viva al Ejército salvador de España, se levanta la sesión de la que se extiende la presente que firman y de todo lo cual yo Secretario certifico".

     (El acta que acabamos de transcribir, cuya redacción da a entender que fue levantada con mucha urgencia, está firmada por el Alcalde provisional, los dos gestores y el que hacía de Secretario, D. Serafín García García, únicos miembros de la nueva Corporación).

     De la sesión del 21 de septiembre, transcribimos: "El Sr. Alcalde (provisional) da cuenta a los demás Gestores de haber sido destituido el Secretario en propiedad de este Ayuntamiento (omitimos su nombre) por haber tomado parte muy activa en el comité marsista formado en este concejo y por abandono inmotivado del destino, desde el día primero de Agosto último, fecha en que el glorioso Ejército español se hizo cargo militarmente de este concejo".

     Así, de esta forma, se hizo el traspaso de poder en el ayuntamiento de El Franco el día 5 de agosto del referido y penoso año 1936. Para más detalles véase el 1º tomo de "Crónica de las corporaciones municipales de El Franco", año 1936.                             

LA GOLONDRINA QUE NO VOLVIÓ

                           LA GOLONDRINA QUE NO VOLVIÓ
                                               (Relato costumbrista)
                                  Por Vicente Pérez Suárez (Miudeira)

        
       El relato que me propongo escribir va dedicado, modestamente, a los emigrantes de Cartavio.  Es una sincera y noble dedicatoria a todas esas gentes que un día abandonaron, o les hicieron abandonar, su familia, su pueblo, sus amigos y su patria, para marcharse a lejanas tierras en busca del medio de vida que la Patria Madre no era capaz de darles y que, las mas de las veces, se encontraron con las mismas o parecidas miserias que habían dejado. No se dieron cuenta que el mundo es mundo en todas partes y que en ningún país “ATAN US CAIS CON LLUNGUEIZA”, como decía mi abuela.
      Pocas serán las familias de la parroquia de Cartavio y su entorno, que no tengan o hayan tenido en la emigración algún ser querido, y no conozcan el gran trauma que causa en la sensibilidad de las personas y familias afectadas. !Cuántos marcharon y retornaron desilusionados con los mejores años de la vida perdidos!. Un lejano pariente mío emigró a Cuba en un barco de vela, tardó unos tres meses en llegar y regresó cargado de sombreros, pajaritas, corbatas y demás chucherías, pero sin un centavo. Otros marcharon con un destornillador y regresaron con una lima... Algunos, pocos, hicieron fortuna; pero los más perdieron el tiempo y, por tanto, parte de la vida inútilmente en calamidades;  otros llegaron, incluso, a ser explotados por sus propios compatriotas o por los mismos que les habían reclamado.
      Se pensaba entonces que en otros países se vivía mejor, cuando es bien sabido que este mundo, sea el país que sea, es de unos pocos, que casi siempre son los mismos y los que mandan. Eso sí, se iban con la sagrada y consoladora intención de volver; mas !cuántos se fueron y nunca más volvieron!. A todos ellos: a los que ya no volverán, a los que no volvieron para que vengan; a los que vinieron y se marcharon para que sigan viniendo, y también para los que volvieron y se quedaron; a todos ellos, digo, dedico este sencillo relato que puede ser real, en todo o en parte para algunos; para otros tendrá recuerdos alegres y para otros, tristes, nostálgicos o, simplemente, indiferencia. Para todos ellos es el monumento que hay en el centro del parque de La Caridad, que, aunque modesto y sencillo, es elocuente el globo terráqueo que lo culmina en honor a tantos franquinos y también vecinos de Cartavio, desparramados por el mundo, que nunca más volvieron o tardaron mucho en volver. Son todo un símbolo de recuerdo y esperanza, a nuestros convecinos ausentes, las hermosas y bien cuidadas flores que rodean el referido monumento monolítico.
      La historia que voy a contar fue ya hace muchos años, el día de la fiesta del pueblo, cuando todo el mundo iba a misa y ésta, en esa celebración, era solemne,  con muchos curas y muy cantada. Cuando se tocaban las campanas a vuelo y las mujeres no debían entrar en las iglesias sin medias o con los brazos destapados; cuando lucían vestidos de PERCAL, CRESPÓN, SEDA, DRIL O FRANELA y calzaban zapatos de charol. Cuando se pintaban a escondidas, no se debían tocar las parejas en público y se bailaba agarrado. Cuando algunos emigrantes, muy pocos, aparecían por el pueblo vestidos de blanco, con sombrero y el famoso y elegante HAIGA, reluciente y alargado, que ocupaba casi toda la calzada, dando la sensación de querer atropellar. Cuando aquellas agencias tramitaban pasaportes para ir a trabajar en el campo, a Santo Domingo u otros países, ofreciendo el oro y el moro, donde no había más que calamidades y miseria. Cuando se premiaban y estimulaban las familias numerosas, para después tener que emigrarlas, pero el que tenía un tío soltero en Cuba, estaba rico. Cuando era así, más o menos, digo, en una parroquia de nuestro entorno se celebraba la fiesta patronal y era a la salida de misa. Un muchacho joven, elegantemente vestido con traje, corbata y cuello almidonado, observaba, junto a la puerta del templo, cómo salía la gente después de asistir al acto religioso: los hombres poniéndose el sombrero o la boina, y las mujeres quitándose el velo o la mantilla, con el misal y el rosario en la mano. Las chicas salían alegres y festivaleras, preconizando divertirse en la fiesta de la tarde. Todo era bullicio, alegría y ambiente de fiesta. Entre toda aquella gente que abandonaba el sagrado recinto, el joven observador captó la mirada disimulada de una muchacha rubia, cuya cabellera, sostenida por un turbante amarillo, le caía en cascada hasta la cintura. Vestía falda de percal plisada y una blusa o chambra de crespón de manga larga, luciendo unos brillantes pendientes, un discreto collar y una fina pulsera en su delgada muñeca izquierda. Por casualidad,  la mirada de la joven se posó chispeante sobre la del muchacho, dejando escapar una inevitable sonrisa que, tenuemente,  puso al descubierto una hilera imperfecta de blancos dientes, cuya imperfección hacía aún más chispeante aquella mirada casual. Aquel encuentro óptico, al joven le pareció un tanto insinuante, y, aunque era tímido, lo tuvo en cuenta para la fiesta de la tarde, a la que acudió muy pronto, después de comer en casa de unos parientes. En el campo de la iglesia no había casi nadie, sólo algunos tenderetes, un chiringuito con varios clientes, parejas y grupos de jóvenes paseando y algunos niños corriendo por allí.  Pero poco a poco fue llegando más juventud y gente mayor, hasta casi llenar el campo. Más tarde, la orquesta, con gaita y tambor, daba principio a la fiesta con un pasodoble torero, que incitó a bailar a todo el mundo. El joven dio cuatro vueltas por el recinto festivo y pronto localizó a la chica rubia, la cual bailaba con una amiga. Se acercó a ellas con un amigo y las PARTIERON para bailar, quedándose él, claro, con la del “flechazo” de la mañana. Durante toda la tarde la acompañó, bailando y paseando, contemplándose mutuamente en las respectivas pupilas de sus ojos. Desde aquel día empezó entre ambos jóvenes un romance serio y prometedor: se habían enamorado.
      Pasó algún tiempo de aquel encuentro, y el 15 de agosto ofrendaron su amor a la Virgen de La Braña, bebieron agua de la fuente y se contemplaron en las quietas y benditas aguas del pequeño estanque. Revolotearon en la romería como mariposas y, a la bajada, observaron, sobre el pretil del puente de FOLLARANCA en Arancedo,  el deslizar del agua del río por entre el ramaje de la arboleda. Más tarde merendaron en el CHABOLO. Otro día, el del Ángel en Viavélez, tomaron un refresco en La Caridad, en el BAR REY “LA BRISA DEL MAR CANTÁBRICO” y se fueron caminando por la carretera, bordeada de pinos y demás naturaleza, hasta el pueblín portuario, donde, en una barca de remo, se bambolearon navegando por la bahía del pequeño puerto pesquero, escondido detrás del peñasco poblado. Fueron también a la romería de Porcía y a Cartavio el día del Rosario, donde saltaron y brincaron al son de la música improvisada, pasando un espléndido verano de amor y romance.
      Todo fue muy bien y muy fácil. Nada parecía interponerse entre ellos. Eran inseparables e inmensamente felices. Lo tenían todo: amor, simpatía, juventud. Nada les era adverso, hasta que los padres de ambos jóvenes se enteraron de que aquel idilio podría ir en serio. Los padres de él le censuraron que era muy joven para enamorarse así, que estaba estudiando y que, además, aquella chica no le era conveniente, puesto que no tenía “DOTE”.  Por su parte, los padres de ella, padres de más hermanos, no dijeron nada en principio, por si hubiese algo de positivo en aquellas relaciones. No obstante, se fueron enterando del desacuerdo de los padres de él. En el pueblo, como en todos los pueblos, todo se sabe, y se corrió la voz de aquel extraño noviazgo desigual económicamente, cosa muy rara en aquellos tiempos, murmurándose la duda de un final feliz. Todo ello les fue convenciendo de que aquel chico no sería nunca para su hija, dado que era el “MAYORAZGO” y de mayor condición social. Viendo las cosas muy dudosas y con el fin de impedir a tiempo un desengaño amoroso, encargaron a una tía de la chica que la reclamara para el “paraíso” de las Américas, lo que hizo con una carta llena de promesas e ilusiones como si, ciertamente, de un paraíso se tratara. La insistencia de sus padres y casi obligada, influyeron en la joven enamorada, -aunque con la promesa, de su novio, de seguir queriéndola- de que tal vez era mejor así. Por otra parte, se fue convenciendo de que aquello podría ser para ella una oportunidad para cambiar su vida, pero siempre contando con el joven que dejaba. Todo ello fruto, además,  de la inexperiencia, la fantasía y el ansia de conocer otro mundo, puesto que, al ser pobres y muchos hermanos, no veía muy halagüeño su porvenir, como no fuera así o casándose con aquel muchacho, lo cual podría ocurrir, si ocurría, a muy largo plazo. Por su parte, el joven, ciego en sus sentimientos, no había pensado ni tenido en cuenta todo aquel embrollo que no entraba en sus planes. Al final también lo fue entendiendo, sumiso a la idea y autoridad paternal, aún en contra de sus sentimientos, ya que seguía queriendo a la chica. Debido a la corta edad, los dos se prometieron incautamente, claro, volver a verse: ella volvería muy pronto y él la esperaba, como si de unas vacaciones se tratara. En realidad todo era un contratiempo obligado, cosa muy frecuente en aquella época.
       El tiempo no espera, llegando, casi por sorpresa, el día de la separación, pareciendo no darse  cuenta de lo que hacían, puesto que todo era originado por un convencimiento impuesto que, como “buenos” hijos, se creyeron obligados cumplir. Él la acompañó al puerto, donde esperaba el barco que la llevaría, quizá para siempre, al otro lado del planeta, al otro hemisferio, algo que no pensó en profundidad. Se besaron prolongadamente, como si no pudieran separarse. Al final la dejó ir de sus brazos para que cruzara la pasarela al transatlántico que la portaría a otro mundo, seguramente  con las mismas complicaciones, o peores, que el que dejaba.
       El barco zarpó pesadamente y, desde cubierta, la muchacha agitaba la mano diciendo adiós al joven, con la misma sonrisa con que la conoció a la salida de la iglesia el día de la fiesta del pueblo; mientras, sus ojos, menos chispeantes, brillaban húmedos. Él, en tierra, movía su pañuelo en alto, hasta que la gran masa flotante desapareció en un recodo de la rivera del puerto. Dio unos pasos “decisivos” hacia adelante, como queriendo llegar hasta ella a aquel barco que se alejaba sin compasión; pero, al momento, se dio cuenta de que tal impulso era inútil, y se quedó inmóvil, sintiéndose solo, con todo el mar por delante. Inclinó su cabeza, probablemente escondiendo sus lágrimas, y en el ambiente le pareció oír que fluctuaban de labios de la chica, al son del oleaje del mar, las notas de aquella triste canción: CUANDO DEJÉ MI TIERRA, VOLVÍ LA CARA LLORANDO...
       Ya al otro lado del mundo, aquella jovencita se encontró sola en un país extraño y complicado. Lloró mucho la nostalgia de su pueblo, de su familia y, sobre todo, el recuerdo de aquel hermoso idilio, que ahora le parecía ver frustrado. Oteaba el horizonte lejano, pero el gran charco se imponía entre ella y aquellas añoranzas de su vida de niña y feliz juventud, que ahora cambiaban tan bruscamente. Le costó mucho rehacerse; pero, el tiempo, que todo lo arregla, se encargó de acoplar su vida a las costumbres de la nueva situación.
       Pasaron algunos años. Aquel joven –ahora mayor-  todavía está esperando el regreso de la muchacha rubia que pasó por su vida como una exhalación, pero dejándole profunda huella. Resulta más fácil marcharse con la promesa de volver, pero !cuántos emigrantes no pudieron cumplir esa promesa! Terminó su carrera el muchacho y, ahora, con su rostro melancólico y la mirada perdida en aquel horizonte que vio desde el puerto el día de la despedida,  pasa el tiempo sentado en su bufete, rodeado de libros y, sobre el pupitre, una foto de la chica que un día dejó marchar y sigue esperando, viviendo de su recuerdo, -pues jamás, ni intentó reemplazarla en su corazón- quizá con la creencia de que era una golondrina que volvería en una próxima primavera. Mas ¡la golondrina no volvió! Puede que algún día vuelva, pero ya no será una golondrina.
                                                   A donde irá , veloz y fatigada,
                                               la golondrina que de aquí se va;
                                               o si en el viento se halla extraviada,
                                              buscando abrigo y no lo encontrará.
                                              Junto a mi lecho la pondré un nido
                                              en donde pueda la estación pasar.
                                                  También yo estoy en la región perdido,
                                              ¡oh cielo santo!, y sin poder volar.
                                                   




jueves, 14 de junio de 2012

HISTORIA EN LA MEMORIA DEL PRIMER PLENO DICTATORIAL EN EL AYUNTAMIENTO DE EL FRANCO - AÑO 1936


HISTORIA EN LA MEMORIA DEL PRIMER PLENO DICTATORIAL

EN EL AYUNTAMIENTO DE EL FRANCO-AÑO 1936

 Por Vicente Pérez Suárez


     Un año más volvemos a dar la lata en este libro de fiestas de S. Miguel, año 2012, deseando lo pasen lo mejor posible. Esta vez, y a petición y preguntas de muchas personas del concejo, vamos a tratar de dar a conocer cómo fue la conversión del Ayuntamiento republicano que había en El Franco y en toda España, en un Ayuntamiento nacionalista dictatorial al inicio de la guerra civil, ya que en Galicia y en el extremo occidental asturiano, no hubo prácticamente guerra.
      Ya a principios del año 36 se venían celebrando en el Ayuntamiento frecuentes plenos, sospechosos de que la situación política republicana tenía problemas. Uno de estos plenos extraordinarios se celebró el día 7 de marzo, en el que se personaron ante el alcalde, D. José Gudín Fdz. (véase foto) y su secretario, D. Zoilo Ron Magdalena, (ambos elegidos democráticamente) y 6 señores del municipio (omitimos sus nombres) que no eran concejales, los cuales exhibieron un oficio del Gobernador de Asturias, que literalmente decía: “Gobierno Civil, -Oviedo- .- Negociado de Ayuntamientos.- nº 51.- La actuación de Vd. (refiriéndose al Alcalde) y de los demás Sres. Concejales que forman esa Corporación Municipal, en 16 de febrero último, en cuanto afectaba a tales elecciones trajo como consecuencia el que se haya creado en el vecindario un estado de animosidad y una situación de repulsa al Ayuntamiento, que debidamente documentado este Gobierno, le hacen suponer dieran lugar a alteraciones de orden público, de no oponerse a la actual situación del Municipio otra más en armonía con las aspiraciones y con los deseos de la mayoría del vecindario.- Con tal fin, y para evitar posibles y aún probables contingencias que serían de lamentar, he acordado disponer el cese inmediato de Vd. (el Alcalde) y de los demás Sres. Concejales, que formaban ese Ayuntamiento en el indicado día 16 de febrero último; y en su lugar, que se encargue del Ayuntamiento y del desarrollo de la vida Municipal una Comisión Gestora formada por los Sres. Siguientes: (a continuación, el oficio cita a 9 señores). Todos los indicados Sres. (sigue el oficio presentado) tomarán inmediata posesión de sus cargos, como Gestores Municipales, y una vez efectuada, procederán a elegir entre si, los cargos concejiles, procedentes y dispondrán que por el Sr. Secretario de la Corporación se me remita testimonio del acta de la sesión que se celebre a los efectos antes indicados y además una relación de los Sres. Gestores en la que habrán de constar sus nombres y apellidos, cargos y filiación política de cada uno de ellos.- Lo que le comunico para su conocimiento y efectos.- Oviedo 6 de marzo de 1936.- El Gobernador firmado, ilegible.- Sr. Alcalde de El Franco.”

     En virtud de este oficio, al alcalde, Sr. Gudín Fdz. no le queda más remedio que dar posesión a los gestores designados, todos ellos de filiación de Izquierda Republicana, por no existir otra representación del Frente Popular. Seguidamente, el Secretario extiende y da fe del acta, que firman todos los gestores, y levanta la sesión. (La sesión es más amplia, por omitir nombres, cargos y filiación de los gestores, con el fin de evitar posibles divergencias personales). Al ser nombrada la Junta Gestora, destituye al alcalde, Sr. Gudín Fdz. –aunque ya contaba dimitir, puesto que todo aquello no le parecía democrático- quedando la Junta sin Alcalde, nombrando como 1º teniete-alcalde a D. Santiago González García. Se destituye también al Secretario, nombrándose en su lugar a D. José Rodríguez Alonso. En la sesión del 11 de abril, se acuerda declarar festivo, a todos los efectos, el día 14, fecha del 5º aniversario de la proclamación de la gloriosa República Española.
     Pero la situación política nacional se agravaba cada vez más. Después de esos 5 años de complicada República, con un montón de cambios de gabinetes de gobierno, el 7 de abril de 1936 dimite el presidente de la República, Alcalá Zamora, y el 12 de mayo es nombrado D. Manuel Azaña. Unos 2 meses después, los días 17 y 18 de julio, estalla la guerra civil que duraría cerca de 3 años. En Galicia y en parte de la zona occidental de Asturias tuvo poca resonancia, si exceptuamos algunas barbaridades vengativas que se hicieron, por parte de sectores civiles, en El Franco y su entorno; la voladura del puente de hierro sobre la Ría de Navia, (véase foto) el 31 de julio, y la entrada el 2 de agosto, en esta misma villa, de las tropas del comandante Ceano, causando unas 22 bajas entre los fieles a la República. Debemos reseñar que, como consecuencia de esta guerra, el único contacto que queda con ella, durante algún tiempo en el occidente, es el aeródromo, o, el llamado campo de aviación, de Jarrio, adonde tenían que ir hacer guardia obligatoriamente, por las noches, los vecinos disponibles de la zona. Posteriormente, ya terminada la guerra –por los años 40- también hicieron acto de presencia en el concejo de El Franco, concretamente en Porcía y en Castello, dos destacamentos de soldados guarda-costas, soldados que hacían casi vida vecinal en dichos pueblos, incluso ayudando en las faenas del campo cuando no estaban de servicio, aunque siempre vestidos de militares.

     Una buena muestra de la situación política en nuestro concejo y en todo el país, es que, unos meses después de formada la anterior Junta Gestora, el 5 de agosto de este trágico año 36, se celebra en el Ayuntamiento sesión extraordinaria, bajo la presidencia del Alcalde Provisional y juez Municipal, D. José Mª. García Rodríguez, para formar una nueva Junta Gestora. Nada se sabe qué fue de la Junta anterior. Por su relevancia copiamos el acta literalmente:
     "En las Consistoriales de La Caridad (véase su foto a la derecha del alto edificio) a las 11 horas de día 5 de agosto de mil novecientos treinta y seis, se reunieron bajo la presidencia de D. José María García Rodríguez, juez municipal, como Alcalde provisional, y los Sres. Gestores que al margen se expresan con el mismo carácter que el anterior, ordenado por D. José Beano Vivas, Comandante Jefe de la Columna que militarmente se hizo cargo de este Concejo el día 1º del corriente, según credencial que obra en poder del Sr. Alcalde provisional y que copiada literalmente dice así:

     
 "Don José Beano Vivas, Comandante Jefe de la Columna que militarmente se hace cargo de este Concejo, por la presente viene en nombrar Alcalde, con carácter provisional de este Ayuntamiento de El Franco, provincia de Oviedo, a Dn. José María García Rodríguez, el que actualmente desempeña el cargo de juez Municipal, y como Gestores, con el mismo carácter a Dn. Fernando Sánchez del Valle y Dn. Manuel López Fernández .=Mientras otra cosa no disponga el Gobierno provisional de Burgos (el Gobierno de la España Nacional conquistada por los militares estaba instalado en Burgos, mientras el Gobierno leal a la República continuaba en Madrid) a quien legalmente lo represente ejercerán los cargos para que quedan nombrados. =Desempeñará el Juzgado Municipal en tanto dure el nombramiento antes indicado, el juez suplente Dn. Camilo Méndez Méndez que lo era suplente en la actualidad. = Dado en La Caridad a primero de agosto de mil novecientos treinta y seis. =José Beano Vivas. (véase su foto) =Rubricado. = Hay un sello que dice: Regimiento Infantería Zaragoza nº 12.

     "Acto seguido el Sr. Alcalde dá cuenta a los demás Gestores del acta Notarial levantada para hacer constar el estado en que se hallaban las oficinas municipales; Juzgado; Archivo y demás dependencias del Ayuntamiento, así como el material desaparecido de dichas dependencias, con el fin de salvar la responsabilidad de la actual gestora, dicha acta dice: Número ciento noventa y seis.= En La Caridad a 2 de Agosto de mil novecientos treinta y seis, a mí; Segismundo Pérez García, Notario de Castropol, me requiere Dn. José Mª. García Rodríguez, actual Alcalde de este Ayuntamiento y juez municipal del mismo para hacer constar el estado de las oficinas del Ayuntamiento y Juzgado municipal así como de los papeles, libros, menaje y demás cosas muebles de las mismas. =Constituido con mi requiriente y testigos que se dirá en la oficina de Oficiales del Ayuntamiento; observo que el único armario existente se halla completamente vacío y los expedientes, libros y demás papeles en completo estado de revolución por el suelo, siendo casi imposible precisar de momento las faltas por el mucho desorden existente y la gran cantidad de papeles que había; también veo una máquina de escribir, marca “Lludersood”, que está rota y que manifiesta corresponder a la Secretaría, viendo que falta la de esta Oficina marca “Post”. Comunica esta Oficina con la Secretearía por medio de una puerta que está rota le faltan muchos paños o tablas, observando que también se halla abierto y vacío el único armario existente en la misma, hallándose por el suelo y formando un montón informe los libros, expedientes y demás papeles que se contarían en el mismo y manifestando dicho requiriente que falta un microscopio de analizar carnes, el sello de la franquicia, el teléfono y los libros de consulta de la Secretaría. El archivo del Ayuntamiento está en completo desorden, hallándose los legajos y demás papeles por el suelo.= La Biblioteca Popular Circulante, que según manifiesta constaba de unos ochocientos volúmenes, ha desaparecido en absoluto, con excepción de ocho volúmenes pequeños. Los muebles de las demás dependencias se hallan en completo desorden y rotos en su mayoría.= Constituido en el Juzgado municipal, que está en el mismo edificio, observo que todos los muebles están revueltos y los libros y papeles por el suelo, formando un montón informe, haciendo constar que, según manifestación, de este señor, faltan, ocho estampillas tampón; enfechador; una máquina de escribir; dos tomos de legislación civil y Criminal y otros de Leyes; dos tomos de Justicia Municipal; otro con la Ley y Reglamento de Registro Civil; la Ley del Timbre; varios rollos de juicios de faltas y cinco pliegos de papel de Pagos al Estado.= Tanto en por lo menos, los siguientes objetos: un sello de franquicia del Juzgado; tres idem de los Colegios electorales, tanto de las oficinas del Ayuntamiento como del Juzgado se me manifiesta que es imposible precisar lo que falta por hallarse todos los papeles por el suelo, formando un montón muy grande e informe.= También el Sr. Alcalde hace constar que todos los empleados del Ayuntamiento y Juzgado se han presentado a prestar los servicios de su cargo tan pronto como las circunstancias de normalidad lo han permitido, y muy concretamente tan pronto como las tropas de nuestro glorioso Ejército han llegado a esta villa, a excepción del Secretario de la Corporación municipal que ha desaparecido tan pronto hubo noticias de la próxima llegada de dichas tropas, ignorando cual sea su actual paradero.= Tampoco se han presentado ninguno de los Gestores municipales que constituían la anterior Corporación.= Fueron testigos Dn. Ramón Fernández Gudín y Dn. Jesús García Núñez de esta vecindad con domicilio en la villa y en la Braña respectivamente.= Leida por opción de todos esta acta la encuentran conforme y firman conmigo de que doy fe a las trece horas del día de hoy.= José M. García.= Ramón Fernández Gudín.= Jesús García.= Signado Segismundo P. García.= Rubricado.= Hay un sello que dice: Notaría del Licenciado Segismundo Pérez García. Castropol. Habiéndose desaparecido e ignorándose en la actualidad el paradero de Dn. José Rodríguez Alonso, Secretario en propiedad de este Ayuntamiento, por unanimidad se acuerda nombrar para dicho cargo con carácter provisional y en tanto duren las actuales circunstancias, a Dn. Serafín García García, Oficial primero de la Secretaría con el sueldo que figura en el presupuesto y que pase a desempeñar el cargo de Oficial primero con el mismo carácter que el anterior y el sueldo correspondiente Dn. Indalecio García Gayol que viene desempeñando el de Oficial segundo.

     "Igualmente se acuerda extraer la cantidad de mil quinientas pesetas (1.500 ptas) de la cuenta corriente que el depositario Recaudador de este Ayuntamiento tiene en el Banco Herrero de Navia con el fin de atender a los pagos urgentes tales como los haberes de los empleados municipales; alumbrado público etc. correspondientes al mes de Julio último y que se hallaban pendientes cuando los Srs. Gestores se hicieron cargo de los puestos para que fueron nombrados.

     "Vista la cuenta que presenta Dn. Segismundo Pérez García, Notario de Castropol, por suplidos y derechos del acta levantada con motivo del estado en que se hallaban las dependencias municipales y Juzgado, se acuerda, por parecer excesiva, quede dicha cuenta sobre la mesa para un detenido estudio.

     " El Secretario que suscribe da cuenta a los Sres. Gestores de que además de lo que se hizo constar en el acta Notarial, falta el material siguiente: El libro-registro de salida de correspondencia del año en curso; el sello de franquicia del Ayuntamiento; dos estampillas tampón; un tintero; tres sacafirmas; tres carpetas-vade; dos mojasellos; dos raspadores; unas tijeras y una máquina de coser papeles: También da cuenta que en el libro de Intervención de Pagos, sólo hay anotado hasta el nº 98, correspondiente al mes de mayo, en el libro de Intervención de Ingresos hasta el núm. 27-26 correspondiente al mes de abril y en el libro Actas de Arqueo, la última que figura anotada, corresponde al mes de abril.

     " Por unanimidad se acuerda celebrar sesión ordinaria cada quince días.

     "Y no habiendo más asuntos que tratar, con un Viva al Ejército salvador de España, se levanta la sesión de la que se extiende la presente que firman y de todo lo cual yo Secretario certifico".

     (El acta, cuya redacción da a entender que fue levantada con mucha urgencia, está firmada por el Alcalde Provisional, los dos gestores y el que hacía de Secretario, D. Serafín García García, únicos miembros de la nueva Corporación).

     De la sesión del 21 de septiembre, transcribimos: “El Sr. Alcalde (provisional) da cuenta a los demás Gestores de haber sido destituido el Secretario en propiedad de este Ayuntamiento (omitimos su nombre) por haber tomado parte muy activa en el comité marxista formado en este concejo y por abandono inmotivado del destino, desde el día primero de Agosto último, fecha en que el glorioso Ejército español se hizo cargo militarmente de este concejo”.

     Así, de esta forma, se hizo el traspaso de poder en el ayuntamiento de El Franco el día 5 de agosto del referido y penoso año 1936. Para más detalles véase el 1º tomo de “Crónica de las corporaciones municipales de El Franco”, año 1936.