miércoles, 13 de junio de 2012

EL CINE EUROPA DE LA CARIDAD Y SU ENTORNO



                                 EL CINE EUROPA DE LA CARIDAD
                                                   Y SU ENTORNO
                                            (Por Vicente Pérez Suárez)

     Dedicamos este escrito al tan recordado Cine Europa que tuvimos, durante tantos años, en nuestra villa de La Caridad, cuyo edificio todavía permanece con su rótulo en la calle Jovellanos, frente al parque. Pero, antes de entrar en el tema, voy a permitirme hacer un poco de historia de lo que fue el cine en La Caridad y su entorno: El primero que hubo lo presentó Alfonso Muñiz, en el local -que todavía está allí y creo que tiene el escenario- donde tuvo el almacén José Marcelino (Juez de Paz desde hace muchos años) allá arriba, en la Travesía del Parque. Este cine era mudo, pero Alfonso se ponía detrás de la pantalla, comentando la película que se proyectaba. Más tarde logró hacerlo sonoro, con las famosas películas: “La llama Sagrada” y “El Fantasma de las Colinas”. Luego dejó el cine, hizo la casa donde vivió, montó un restaurante, el Salón Cinema, (más tarde se llamó el “Requisito”) que era una sala de baile, -lo de cinema era por el anterior salón de cine- y una pista de baile en el jardín de la terraza. No obstante, no por eso La Caridad se quedó sin cine. En esta misma calle Jovellanos, -en la que todavía se puede ver el local de la zapatería “El Eco”, el rinconcito de la popular “Peluquería Eduardo” y el local del “Requisito”, luego el salón de la discoteca, que parece no llevó efecto, ya que también permanece cerrada- en esta calle, digo, existía la llamada Casa del Velouxo, donde hubo un comercio-bar, en el que se vendía de todo, incluso ferretería y comestibles, atendido muy bien por su propietario Fernando Díaz, que fuera de la casa de Benito de Miudeira, casado con la hija de José Fernández García (Pepe del Velouxo). Adosado a esta casa, por la izquierda, estaba el Restaurante-Cafetería Alfonso (hoy también cerrado a cal y canto) y, adosado a la derecha de la casa del Velouxo, está el edificio del famoso Cine Europa (se puede ver todavía el rótulo), propiedad también de esta familia Velouxo. Es decir, que, como se puede ver, todos los edificios de esta calle, lo mejor de La Caridad, están cerrados sin esperanza de ninguna actividad. El edificio del cine era pequeño, pero su propietario lo hizo mayor –como es ahora- para dedicarlo a salón de baile, amenizado por José de Malén, con su acordeón, luego con un organillo y una pianola. Tiempo después, a principios de los años cuarenta, este local fue alquilado a Fernando Sánchez del Valle, quien lo adaptó muy bien para sala de cine. Es un local pequeño, pero para La Caridad iba sirviendo; aunque, cuando había buenas representaciones, se llenaba a tope y se tenían que reservar las entradas. Con el tiempo, el Sr. Sánchez lo fue dotando de todo un equipo de cine moderno, llegando a poner pantalla panorámica y cinemascope, que, en aquellos tiempos, lo había en muy pocas salas, sobre todo en zonas rurales. (La primera película proyectada en cinemascope fue la Túnica Sagrada, año 1953). Al mismo tiempo, Fernando instaló cómodas butacas y aprovechó al máximo el local. La sala disponía, en la planta baja, de 4 hileras de butacas, llamadas delantera, por estar muy cerca del escenario y, por tanto, de la pantalla, desde donde no se vía bien la película, por lo que eran más baratas. El resto de la sala para atrás eran todas butacas, también, pero más caras y numeradas, puesto que desde ellas se veían mucho mejor las proyecciones. Atrás, arriba, había un pequeño altillo, que llamaban gallinero, al que se accedía por una escalera, donde había una primera fila en delantera, cuyos asientos de madera eran más caros que el resto de las filas de atrás, colocadas de forma escalonada (gradas) para poder ver bien la pantalla. Detrás de este gallinero, en un pequeño espacio, con una claraboya circular -que todavía se puede ver por el exterior- estaba instalado el moderno proyector. A la entrada de la sala, había un pequeño recinto, donde se podía estar mientras no se empezaba la película y desde un mostrador se despachaban entradas. Ni que decir tiene que el local tenía baños y demás servicios para el público.

      Ahora que ya conocemos el Cine Europa por dentro, vamos a ir a “ver” las numerosas películas que allí se proyectaron. Los domingos y días festivos se daban dos sesiones: una por la tarde y otra por la noche. También hubo un tiempo en que se daba una sesión los jueves. Hay que tener en cuenta que entonces no había televisión, y el cine era la única manera de ver una película, la prueba es que ahora hay muy poca afición a este tipo de cine, puesto que lo tenemos sobradamente todo el día en casa. Una media hora antes de la hora de la
la película, ponían unos discos (la radiola) para anunciar que se estaba aproximando la hora. La gente se acercaba a la taquilla (todavía se puede ver esta taquilla desde la calle) y Arsenio Díaz Pico, el primer taquillero; Moncho de Manana o José García Díaz, del Parolo, que lo fue hasta que  cerró el cine, despachaban desde el interior las entradas a los clientes que asomaban la cabeza por la taquilla desde la acera. Poco a poco la gente iba entrando y, los acomodadores, Paco de Dina, Moncho y otros –pues hubo varios- le indicaba su butaca, después de comprobar el número de la entrada. Justo a la hora, se iniciaba la sesión  cinematográfica, accionando las cámaras los hermanos Moisés, Leopoldo y Jesús Fernández Barreiro del Súcaro, y el cuñado de estos, Pepe, quienes, en distintas épocas, lo hacían estupendamente bien. Una vez acomodados en la acogedora sala, se vieron muy buenas películas. Creo que la primera que se proyectó fue “La Llama Sagrada”, aunque otros dicen que fue “Suspiros de España”, (da igual); luego otras muy diversas como: “El último Cuplé” de Sara Montiel; “Esta voz es una mina” de Antonio Molina; “La túnica Sagrada”, “Los Diez Mandamientos”, “Quo Vadis”, “Sin Novedad en el Alcazar”, “Ben-Hur”, “Cumbres Borrascosas”, “Guerra y Paz”, “Miguel Strogoff”, “Romeo y Julieta”, “Los tres Mosqueteros”. Películas de Machín, Juanito Valderrama, Lola Flores, Cármen Sevilla, Miguel Ligero, y otras que sería muy largo enumerar. Algunas estaban adaptadas para los niños, como: “Blanca Nieves y los siete Enanitos”, “Marcelino Pan y Vino”, “El Ruiseñor de las Cumbres” y muchas de Cantinflas, etc. A estas películas, los maestros llevaban a los niños de las escuelas para verlas, las que les causaban gran impresión.                                                                                                                                           
      Pero, además de la película, se proyectaba el NODO, nombre abreviado y muy popular de Noticiarios Documentales Cinematográficos Españoles, entidad creada por el Estado a finales de 1942 para la producción semanal de noticiarios, exhibición obligatoria en todas las salas de cine, antes, en el medio o al final de la película, hasta 1976. Luego se agregó también la revista monográfica Imágenes, algunos largometrajes de esta revista, así como anuncios comerciales. El Nodo era, se decía al final de la proyección, “El mundo entero al alcance de todos los españoles”. Esta representación fue como un “adelanto de la televisión” de ahora, sólo que las imágenes, movibles y muy bien comentadas, se veían a toda pantalla, dando la sensación de que el espectador estaba participando del acontecimiento que se representaba: las inauguraciones de embalses, monumentos, mejoras del campo, ceremonias religiosas, deportes e infinidad de sucesos y actos a los que asistía el jefe del Estado, Franco, y su esposa, así como otras autoridades civiles y militares. Como ejemplos podemos citar: la inauguración del embalse de Grandas; los juegos del 1º de mayo; cuando España ganó a Rusia la copa de Europa, con el famoso gol de Marcelino; los planes de mejoras de Badajoz y Jaén; el traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera, desde Alicante al Valle de los Caídos; cuando el ciclista Bahamontes ganó el Tour de Francia y premios de Montaña, así como dos veces en España; cuando vino a España el presidente de E.U. Eisenhower; la trágica cogida del torero Manolete en la plaza de Linares; las bombas de Palomares en Almería; la rotura de la presa de Ribadelago, en Zamora (1958), en fin todos los acontecimientos importantes de la época. El NODO se dejó de presentar el 25 de mayo de 1981, puesto que, como es lógico, no tenía objeto, ya que en esa época estábamos saturados de información gráfica y con imágenes de la televisión, cosa que también afectó al cine, pues, poco a poco se fueron cerrando muchas salas y hoy, prácticamente sólo existen en las ciudades. De todas maneras, en aquellos tiempos el NODO era esperado en los cines y nadie se lo quería perder.

      Este era el “Cine Europa” de La Caridad, donde tanta gente vio muchas y muy buenas películas y documentales; numerosas parejas se enamoraron o concertaron una buena amistad o simplemente pasaron un rato agradable ante una pantalla en la que el público parecía estar participando en el rodaje. En aquellos tiempos no se entendía no ir al cine los días festivos, incluso el día de san Miguel la sala estaba llena en las dos o tres sesiones y, cuando salían del cine, se iban a bailar al Salón Cinema o en la pista de baile en la terraza de Alfonso. Todo esto se acabó: el cine, el salón y la pista de baile. Luego se abrió una discoteca que también duró poco tiempo. Por si fuera poco, incluso desapareció el famoso Restaurante-Cafetería Alfonso, uno de los mejores y mejor situados de la villa, como lo eran también el Salón Cinema, la pista de baile y el Cine Europa. Igualmente, se esfumaron la Zapatería “El Eco”, la peluquería de Eduardo y el comercio del Velouxo, aunque todos los locales están allí, un tanto abandonados.
      La primera foto muestra el edificio del Salón Cinema; la 2ª trata de mostrar un poco el interior de la sala a la entrada y parte del gallinero, con público muy conocido; la 3ª es el edificio de la sala del Cine Europa y, la última, la portada del NODO.

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