EL CINE EUROPA DE LA CARIDAD
Y SU ENTORNO
(Por Vicente Pérez Suárez)

la película, ponían unos discos (la radiola) para anunciar que se estaba aproximando la hora. La gente se acercaba a la taquilla (todavía se puede ver esta taquilla desde la calle) y Arsenio Díaz Pico, el primer taquillero; Moncho de Manana o José García Díaz, del Parolo, que lo fue hasta que cerró el cine, despachaban desde el interior las entradas a los clientes que asomaban la cabeza por la taquilla desde la acera. Poco a poco la gente iba entrando y, los acomodadores, Paco de Dina, Moncho y otros –pues hubo varios- le indicaba su butaca, después de comprobar el número de la entrada. Justo a la hora, se iniciaba la sesión cinematográfica, accionando las cámaras los hermanos Moisés, Leopoldo y Jesús Fernández Barreiro del Súcaro, y el cuñado de estos, Pepe, quienes, en distintas épocas, lo hacían estupendamente bien. Una vez acomodados en la acogedora sala, se vieron muy buenas películas. Creo que la primera que se proyectó fue “La Llama Sagrada”, aunque otros dicen que fue “Suspiros de España”, (da igual); luego otras muy diversas como: “El último Cuplé” de Sara Montiel; “Esta voz es una mina” de Antonio Molina; “La túnica Sagrada”, “Los Diez Mandamientos”, “Quo Vadis”, “Sin Novedad en el Alcazar”, “Ben-Hur”, “Cumbres Borrascosas”, “Guerra y Paz”, “Miguel Strogoff”, “Romeo y Julieta”, “Los tres Mosqueteros”. Películas de Machín, Juanito Valderrama, Lola Flores, Cármen Sevilla, Miguel Ligero, y otras que sería muy largo enumerar. Algunas estaban adaptadas para los niños, como: “Blanca Nieves y los siete Enanitos”, “Marcelino Pan y Vino”, “El Ruiseñor de las Cumbres” y muchas de Cantinflas, etc. A estas películas, los maestros llevaban a los niños de las escuelas para verlas, las que les causaban gran impresión.

Pero, además de la película, se proyectaba el NODO, nombre abreviado y muy popular de Noticiarios Documentales Cinematográficos Españoles, entidad creada por el Estado a finales de 1942 para la producción semanal de noticiarios, exhibición obligatoria en todas las salas de cine, antes, en el medio o al final de la película, hasta 1976. Luego se agregó también la revista monográfica Imágenes, algunos largometrajes de esta revista, así como anuncios comerciales. El Nodo era, se decía al final de la proyección, “El mundo entero al alcance de todos los españoles”. Esta representación fue como un “adelanto de la televisión” de ahora, sólo que las imágenes, movibles y muy bien comentadas, se veían a toda pantalla, dando la sensación de que el espectador estaba participando del acontecimiento que se representaba: las inauguraciones de embalses, monumentos, mejoras del campo, ceremonias religiosas, deportes e infinidad de sucesos y actos a los que asistía el jefe del Estado, Franco, y su esposa, así como otras autoridades civiles y militares. Como ejemplos podemos citar: la inauguración del embalse de Grandas; los juegos del 1º de mayo; cuando España ganó a Rusia la copa de Europa, con el famoso gol de Marcelino; los planes de mejoras de Badajoz y Jaén; el traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera, desde Alicante al Valle de los Caídos; cuando el ciclista Bahamontes ganó el Tour de Francia y premios de Montaña, así como dos veces en España; cuando vino a España el presidente de E.U. Eisenhower; la trágica cogida del torero Manolete en la plaza de Linares; las bombas de Palomares en Almería; la rotura de la presa de Ribadelago, en Zamora (1958), en fin todos los acontecimientos importantes de la época. El NODO se dejó de presentar el 25 de mayo de 1981, puesto que, como es lógico, no tenía objeto, ya que en esa época estábamos saturados de información gráfica y con imágenes de la televisión, cosa que también afectó al cine, pues, poco a poco se fueron cerrando muchas salas y hoy, prácticamente sólo existen en las ciudades. De todas maneras, en aquellos tiempos el NODO era esperado en los cines y nadie se lo quería perder.
Este era el “Cine Europa” de La Caridad, donde tanta gente vio muchas y muy buenas películas y documentales; numerosas parejas se enamoraron o concertaron una buena amistad o simplemente pasaron un rato agradable ante una pantalla en la que el público parecía estar participando en el rodaje. En aquellos tiempos no se entendía no ir al cine los días festivos, incluso el día de san Miguel la sala estaba llena en las dos o tres sesiones y, cuando salían del cine, se iban a bailar al Salón Cinema o en la pista de baile en la terraza de Alfonso. Todo esto se acabó: el cine, el salón y la pista de baile. Luego se abrió una discoteca que también duró poco tiempo. Por si fuera poco, incluso desapareció el famoso Restaurante-Cafetería Alfonso, uno de los mejores y mejor situados de la villa, como lo eran también el Salón Cinema, la pista de baile y el Cine Europa. Igualmente, se esfumaron la Zapatería “El Eco”, la peluquería de Eduardo y el comercio del Velouxo, aunque todos los locales están allí, un tanto abandonados.
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